¿Ha perdido vigencia el enfoque predictivo de la gestión de proyectos?




Si tuviésemos la oportunidad de revisar los planes de gestión de riesgos de todos los proyectos que se estaban ejecutando o cuyo arranque estaba programado para estos días antes de ser declarada la pandemia y la emergencia mundial, causada por el coronavirus, me atrevería a apostar que en ninguno, o muy pocos de estos documentos y matrices, está contemplada una situación similar. Este “cisne negro” ha trastornado nuestras vidas, y la de aquellos que lamentablemente han fallecido, la economía y por supuesto todas las iniciativas que se encontraban en marcha.

El mundo parece complejizarse cada vez más y la capacidad de adaptarnos a hechos que no somos capaces de prever se convertirá en nuestra mejor arma para enfrentar la incertidumbre. Cabe preguntarnos entonces ¿Si sigue teniendo sentido intentar proyectar el futuro “predecirlo” cuando la realidad nos da muestras, cada vez más frecuentes, de que nuestras ecuaciones y modelos no contemplan variables que lo impactan de manera brutal?

Desde la profesión, el enfoque predictivo parece estar en crisis, la transformación digital, el cambio cada vez más acelerado y entornos más complejos suman argumentos al coro de quienes han criticado estos marcos de trabajo por ser “burocráticos” y “poco ágiles” en dar respuestas y crear valor a clientes que están, ellos también, en constante transformación.

Sin embargo, en mi opinión los marcos de trabajo predictivos aún están vigentes, los he visto funcionar y agregar valor en los últimos tiempos, siendo aplicados a la solución de problemas para los que siguen constituyendo la mejor opción. Pienso que la discusión común y ya muchas veces cacareada que pone a los marcos predictivos y adaptativos enfrentados, como alternativas mutuamente excluyentes, nunca ha tenido sentido. Si el método predictivo está efectivamente en crisis, esta es una oportunidad para que quienes formamos parte de la profesión, del presente y el futuro, nos preguntemos, y respondamos, cómo este se puede adaptar mejor al cambio y seguir siendo una de las herramientas de trabajo con que contamos para transformar nuestras vidas y generar mayor bienestar.

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