Instrumentos útiles para la gestión financiera de proyectos



Una de las múltiples preguntas que debemos responder durante la formulación de un proyecto es cómo lo financiaremos. Ya hemos conversado con anterioridad en este blog sobre las posibles fuentes de fondos, los cuales pueden ser propios, prestados o una combinación entre ambos.

Cuando hablamos de fondos prestados seguramente se nos vienen a la mente los créditos bancarios o los préstamos de familiares y amigos. Sin embargo, en mercados con una profundidad financiera aceptable podemos contar con una gama de instrumentos que nos permiten levantar el capital necesario para desarrollar el proyecto.

Entre los instrumentos financieros de los que podemos disponer tenemos:

Los de renta fija: supongamos que la inversión inicial de nuestro proyecto es de 1.000 y que hemos decidido emitir un bono para financiar el 50%, es decir 500 unidades monetarias.

Como emisores de este instrumento financiero nos veremos en la obligación de pagar al inversionista que lo adquiera una cantidad fija de dinero llamada cupón, que representa los intereses, por un tiempo determinado según lo establecido en un contrato.

Volviendo al ejemplo, hemos decidido pagar por el bono una tasa de 10% anual por 5 años, eso quiere decir que tendremos que cancelarle anualmente al inversionista la cantidad de 50 unidades monetarias y al vencimiento del bono reintegrarle el capital que invirtió en él, tal como se muestra en la siguiente línea de tiempo.



Emitir un bono nos permitiría levantar un porcentaje de los fondos para desarrollar nuestro proyecto sin darle poder de decisión al inversionista sobre este. Por otro lado, corremos el riesgo de que una vez en operaciones el proyecto no genere los fondos suficientes para cumplir con nuestras obligaciones contractuales, lo que nos pondría en la necesidad de buscar una fuente alterna de financiamiento para honrar el compromiso adquirido.

Los de renta variable: en vez de financiar el 50% de la inversión inicial de nuestro proyectos emitiendo un bono lo podríamos hacer a través de la venta de acciones, supongamos que emitimos 5 acciones por 100 unidades monetarias cada una.

A diferencia de los bonos, el emitir acciones nos obliga a pagar a cada uno de los inversionistas que las adquieran una suma contingente de dinero o rendimiento, que va a depender de que el proyecto genere utilidad en cada uno de sus períodos fiscales.

La emisión de acciones tiene la ventaja de que a través de ellas podemos diversificar el riesgo de la inversión compartiéndolo con el resto de los accionista, ya que ellos adquieren una obligación por los diferentes pasivos del proyecto. Pero, por otro lado, el poseer acciones le confiere al tenedor derechos sobre los activos del proyecto, lo que se traduce en una transferencia del poder de decisión.

Existen otros instrumentos financieros que podemos utilizar para, por ejemplo, garantizar la provisión de un insumo clave para el desarrollo del proyecto o la venta de determinado producto. Estos pueden ser de dos tipos:

Los forwards: supongamos que en un momento determinado del desarrollo del proyecto necesitaremos una cantidad de un insumo cuyo precio es altamente volátil. Lo más conveniente para quienes desarrollan el proyecto es tratar de garantizar el suministro de este recurso al menor costo posible y para tal fin establece un contrato con el proveedor.

Los forwards son instrumentos financieros que nos dan el derecho u obligación a la compra/venta de un activo o bien en un momento determinado y a un precio dado. Estos instrumentos pueden ser muy convenientes en economías con alta inflación y/o escasez. Por supuesto, al establecer este tipo de contratos con un precio fijado de antemano corremos el riesgo de que a la hora de concretar la compra/venta, el precio de mercado sea menor/mayor al establecido en el contrato y se materialice una pérdida financiera.

Las opciones: son contratos que nos dan la opción de comprar/vender determinado activo o bien en un momento futuro y a un precio dado. Supongamos que nuestro proyecto consiste en la instalación y operación de una planta para fabricar zapatos y decidimos establecer un cotrato que nos de la opción de vender la primera colección a determinado cliente, a un precio X, al finalizar el primer año de operaciones.

Al llegar el momento de resolución o vencimiento del contrato, el precio de mercado de nuestra producción de zapatos es de 2X, razón por la cual podemos no hacer uso de la opción, perdiendo la prima, pero, pudiendo colocar nuestra producción en el mercado a un precio superior al establecido en el contrato.

Estos instrumentos, al igual que los forwards, cumplen con la importante función de ayudarnos a mitigar el riesgo en nuestros proyectos. Vale la pena mencionar que existen un conjunto de estrategias que combinan opciones de compra y venta, como el straddle, strip, strap, stangle, butterfly, condor, bull spread y bear spread, cuya misión principal es minimizar la incertidumbre.

Para ahondar en estos temas los invito a buscar más información en internet.

Fuente consultada: Lahoud, D. (2006). Los principios de las finanzas y los mercados financieros. Universidad Católica Andrés Bello. Caracas. Venezuela.





















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