El tipo de cambio es uno de los
elementos que debemos tomar en cuenta a la hora de evaluar un proyecto. Esta
variable debe formar parte del análisis cuando en la iniciativa utilizamos
insumos y/o recursos importados, exportamos o importamos y/o producimos o utilizamos bienes transables.
El tipo de cambio nominal lo
podemos definir como el precio o la cantidad de moneda local que debemos pagar
o intercambiar por una unidad de la moneda foránea. En el caso de la Unión
Europea por ejemplo, cada uno de sus ciudadanos tendría que pagar 1 euro para
obtener 1,37 dólares americanos, al momento de redactar esta nota.
El tipo de cambio real por su
parte se define como el precio de los bienes nacionales, expresados en bienes
extranjeros y se calcula a través de la siguiente fórmula matemática:
ε = E (P*/P)
Donde E es el tipo de cambio
nominal, P* es el nivel de precios externos y P el interno.
En aquellas economías donde las
fuerzas del mercado son las que determinan el tipo de cambio, el aumento de la
tasa nominal se conoce como una depreciación, siguiendo el ejemplo anterior,
tendríamos que desembolsar más euros para obtener el dólar americanos con treinta y siete
centavos. El caso contrario, la baja del precio del dólar expresada en euros,
se conoce como apreciación del tipo de cambio nominal.
Por otra parte en aquellas
economías donde la tasa de cambio es controlada por una autoridad, el aumento
del tipo de cambio nominal se conoce como devaluación y la caída como
revaluación.
Las fluctuaciones del tipo de
cambio afectan los flujos de efectivo de los proyectos, por lo que debemos
tomar en cuenta el impacto de una devaluación o revaluación de la moneda a la
hora de evaluar y tomar una decisión de inversión.
Supongamos que nuestro proyecto
es importador, bien sea de bienes finales o intermedios, una devaluación de la
tasa de cambio nominal encarecería los bienes foráneos que debemos adquirir. Por otra parte, el aumento del tipo de cambio también tendría un impacto inflacionario sobre los insumos nacionales, lo que afectaría negativamente y por ambas vías nuestra estructura de costos.
Veamos con un ejemplo que pasaría
con nuestras compras internacionales en caso de una devaluación del tipo de
cambio. Supongamos que nuestro proyecto utiliza cierto insumo importado y que
el inventario de este lo manejamos utilizando el método FIFO, en la siguiente
tabla se resumen los flujos de efectivo de las compras, asumiendo inicialmente
que el tipo de cambio nominal se mantiene
inalterado y no hay inflación:
Sí calculamos el valor presente
de los costos a una tasa de descuento del 8% obtenemos que este es igual a -482,14
Supongamos ahora que hay una
devaluación nominal del 15%, lo que implicaría una tasa de inflación de igual
magnitud para que se mantenga la tasa de cambio real:
Calculando el valor presente de los flujos de efectivo de
las compras, con una tasa de descuento de 8%, obtenemos que este es igual a –
512 lo que representa un aumento de 30,15 con respecto a la situación inicial. De
esta manera podemos evidenciar el efecto inflacionario sobre las compras, que
tendría una devaluación del tipo de cambio nominal.
Otro elemento que debemos tomar
en cuenta a la hora de la evaluación del proyecto es que la devaluación afecta
la tasa de descuento, incrementando el costo del capital. Un incremento en la
estructura de costos y en la tasa de descuento, se convertiría en una mayor
exigencia para el proyecto, disminuyendo su rentabilidad o convirtiéndolo en
una iniciativa no factible.
Qué pasaría en el caso de que nuestro
proyecto fuese exportador. Una devaluación del tipo de cambio nominal
abarataría nuestros productos en el mercado externo haciéndolos más
competitivos, sin embargo, en el corto y mediano plazo tendríamos que hacer
frente al aumento generalizado de precios internos y el incremento del costo
del capital para invertir.
¿Cómo contemplamos el tipo de cambio en la construcción del flujo de
caja del proyecto y en su evaluación?
Para tomar en cuenta posibles fluctuaciones
del tipo de cambio en la construcción de los flujos de efectivo del proyecto,
podemos proceder de dos maneras diferentes:
La primera es transformar los
flujos de efectivo en moneda local a la moneda foránea, utilizando la tasa de
cambio estimada para cada uno de los períodos. Supongamos que tenemos un par de
flujos de efectivo expresados en euros, 1.000 y 2.000 respectivamente, y queremos llevarlos a dólares utilizando la
tasa 1,37 USD/Euro. La transformación es muy sencilla y la realizamos a través
de una multiplicación:
FC1 =
1.000 Euros * 1,37 Dólares/Euros = 1.370 dólares
Un elemento importante, si
decidimos utilizar este método, es que a la hora de descontar los flujos de
efectivo debemos utilizar el costo de capital de la moneda que hayamos elegido,
siguiendo con el ejemplo sería el costo del capital en dólares.
El segundo procedimiento es
descontar los flujos de efectivo en moneda nacional a una tasa de interés
indexada a la devaluación. Para tal fin se utiliza la siguiente fórmula matemática:
e’ = e + g + eg
Donde e’ es la tasa de descuento nominal indexada en moneda
nacional, e es la tasa de descuento nominal en moneda extranjera y g la tasa de
devaluación.
Fuentes consultadas:
Efectos de la inflación y la devaluación en la evaluación de flujos de inversión. Roberto Solé Madrigal
Blanchard, O y Pérez, D. (2000). Macroeconomía, teoría y política económica con aplicaciones a América latina. Prentice Hall Iberia. Buenos Aires.
Fuentes consultadas:
Efectos de la inflación y la devaluación en la evaluación de flujos de inversión. Roberto Solé Madrigal
Blanchard, O y Pérez, D. (2000). Macroeconomía, teoría y política económica con aplicaciones a América latina. Prentice Hall Iberia. Buenos Aires.
No hay comentarios:
Publicar un comentario