El liderar un proyecto implica
tener la capacidad de “hacer las cosas
correctas para completar la misión y alcanzar los objetivos de nuestros equipos
de trabajo”. El que conozcamos cómo gerenciar un proyecto no nos convierte
inmediatamente en líderes, para lograr esta transformación es necesario que
contemos y/o desarrollemos un conjunto de cualidades personales y habilidades
que nos permitan convertirnos en personas verdaderamente influyentes, con la
capacidad no solo de tener una visión, sino además de incentivar a un conjunto
de personas a trabajar mancomunadamente para hacerla realidad.
Vijay K Verma nos comenta en su
libro Human Resource Skill for theProject Manager cuáles son las características, herramientas y los
principios que llevarán a un gerente a considerarse un líder de proyecto:
Cualidades personales del líder de proyecto
Según este autor, para poder
ejercer un liderazgo efectivo, el gerente de proyectos debe ser una persona
flexible o tener la capacidad de adaptarse al cambio, debe ser ambicios@, ser
inteligente, poseer la capacidad de tomar decisiones, tener conciencia de su
entorno y de las dinámicas sociales que en él se desarrollan, poseer la
capacidad de responsabilizarse sobre los impactos, tanto negativos como
positivos, que genere el proyecto, ser creativ@, persistente, enérgic@ y poder
tolerar la presión y el estrés. Aunque estas características pueden ser propias
de la personalidad, Vijay Verma considera que con el programa correcto
cualquier individuo puede desarrollarlas.
A esta selección podríamos
agregar que el ejercicio del liderazgo, tanto en los proyectos como en otros
ámbitos, requiere de honestidad, ética y compromiso social, el gerente de
proyecto que aspira a convertirse en un verdadero líder debe ser capaz de enseñar a través del ejemplo. Parafraseando
al escritor polaco Ryszard Kapuscinski para
ser un buen líder de proyecto hay que ser una buena persona.
Herramientas con las que debe contar un buen líder de proyecto
Para complementar las cualidades
personales, el líder debe poseer conocimientos sólidos sobre cómo se gestiona
un proyecto. Es desde el dominio conceptual que este podrá contar con la
autoridad necesaria para exigir de su equipo un buen desempeño en el trabajo,
además, de ser la base para la innovación y la creatividad en la resolución de
los problemas que puedan presentarse.
El líder de proyecto ante todo es
un ser social, por lo que debe tener la capacidad de relacionarse de manera efectiva,
no solo con los miembros de su equipo de trabajo, sino también con el resto de
los stakeholders, favoreciendo siempre el ganar – ganar. Igualmente debe contar
con herramientas que le permitan comunicarse asertivamente.
Adicionalmente, el líder de un
proyecto debe estar en la capacidad de decir que no sin que esto genere un
conflicto innecesario y contar con habilidades administrativas que le permitan
hacer seguimiento y controlar las actividades del proyecto.
Unidas a estas características y
habilidades, el buen ejercicio del liderazgo pasa por seguir un conjunto de
principios que permiten al gerente de proyecto convertirse en un mejor líder,
estos son:
- Tener una visión, el coraje y compromiso para hacerla realidad
- Desarrollar la experticia técnica
- Conocerse a sí mismo y buscar la continua mejora personal
- Conocer a su equipo y estar pendiente de su bienestar
- Comunicar efectivamente, manteniendo a las personas informadas
- Hacer énfasis en la productividad de largo plazo
- Fortalecer el trabajo en equipo y la participación
- Tomar decisiones a tiempo
- Empoderar a los miembros del equipo de trabajo
- Combinar las habilidades con los recursos
- Escuchar efectivamente e incentivar y estar abierto a las nuevas ideas
- Ser capaz de reconocer el esfuerzo y dar feedback positivo
- Ser responsable y aceptar que le hagan seguimiento a su gestión y la evalúen
El líder del proyecto, a
diferencia del gerente, mantiene el foco sobre la visión y no sobre los
objetivos, piensa en el largo plazo en vez de en el corto plazo, prioriza a las
personas antes de la organización y la estructura, prefiere establecer en su
equipo un sistema democrático y no autocrático, piensa en las posibilidades y
no en las restricciones, hace énfasis en la innovación y no en la
administración, dirige en vez de controlar y observa el riesgo como una
oportunidad y no como algo que debemos evadir.
En todo caso, lo que debemos
buscar como líderes de proyectos es obtener el respeto, la confianza, la
lealtad, el compromiso, el reconocimiento y la colaboración de nuestro equipo
de trabajo. El contar con estos elementos, en vez de favorecer una relación de
superioridad y sumisión es la clave para ejercer un liderazgo efectivo y lograr
el objetivo del proyecto, que en definitiva es la transformación y el logro de
mayor bienestar.
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