Este blog fue creado por dos razones fundamentales, la primera tratar de dar respuesta a las innumerables dudas que se nos presentan a la hora de formular, gestionar o evaluar un proyecto y la segunda las enormes ganas que tenía de escribir nuevamente. Trataré entonces de aclarar a los lectores y en muchos casos a mi mismo algunas de las dudas más frecuentes que se nos presentan cuando trabajamos en proyectos.
El arrendamiento financiero, una alternativa para financiar nuestro proyecto de inversión
Cuando decidimos llevar a cabo un proyecto que cristalice nuestra idea de negocio, una de las principales preocupaciones a las que nos enfrentamos, es aquella relacionada con la obtención de los recursos financieros necesarios para la adquisición de los insumos, inmuebles, maquinarias y equipos que nos permitan alcanzar nuestros objetivos.
Como ya hemos conversado con anterioridad, lo ideal para financiar un proyecto es combinar los recursos propios con los de terceros, estos últimos podemos obtenerlos con la inclusión de algún socio en nuestro plan de negocio y/o a través de un préstamo con algún banco o institución financiera.
Son muchas las opciones de financiamiento que nos puede ofrecer un banco, sin embargo, hay una en particular que en mi opinión es sumamente interesante para financiar la compra de maquinarias y/o equipos, inmuebles, etc., tanto al inicio de nuestra operación como cuando ya tenemos un camino andado y necesitamos renovar nuestros recursos o decidimos realizar una inversión adicional para hacer crecer nuestro negocio.
Este instrumento de crédito es el arrendamiento financiero o leasing, una alternativa muy interesante y que les recomiendo explorar como mecanismo de financiamiento para sus proyectos de inversión.
El arrendamiento financiero o leasing
El arrendamiento financiero es una operación de crédito, a través de la cuál una institución financiera, que puede ser una arrendadora o un banco universal, adquiere un bien mueble o inmueble (maquinaria, equipos, local comercial, etc.) por instrucciones del cliente y se lo arrienda a este por un período de tiempo estipulado en un contrato, a cambio de una cantidad de dinero en la que está incluida la amortización del precio del bien y los intereses que generará la operación. Al final del contrato, el cliente tiene la opción de adquirir el bien por un precio de recuperación.
Un ejemplo nos ayudará, como de costumbre, a entender cómo utilizar el arrendamiento financiero en pro del desarrollo de nuestra idea de negocio.
Supongamos que nuestro proyecto es agrícola y consiste en la producción de sábila o aloe vera para la industria cosmética nacional e internacional. La siembra la haremos en un terreno de nuestra propiedad y tendremos que hacer una cuantiosa inversión en la construcción de un galpón para almacenar nuestro producto, además tendremos que colocar un sistema de riego y comprar dos tractores.
Nuestro capital, unos 600.000 dólares, es suficiente para realizar la construcción y compra de los recursos descritos anteriormente, sin embargo, si utilizamos todo nuestro dinero en estas adquisiciones no tendremos con que contratar al personal que sembrará, cosechará y procesará nuestro producto.
Cómo podemos hacer uso del arrendamiento financiero para ser más eficientes en el manejo de nuestro capital y no quedarnos sin dinero:
Supongamos que la construcción del galpón y la colocación del sistema de riego tendrían un costo de 400.000 dólares y ambos tractores de 200.000 dólares.
Una alternativa sería que invirtiéramos 400.000 dólares en la construcción del galpón y colocación del sistema de riego y acudir a una institución financiera para solicitar el arrendamiento financiero por los dos tractores que necesitaremos. De esta manera, el banco o arrendadora compraría ambos tractores y no los alquilaría por una suma mensual, digamos unos 1.000 dólares cada uno, por el tiempo que dure el contrato. Una vez que este se venza, tendremos la opción de comprar los tractores por el precio remanente, resultado de restarle al precio de compra del bien los pagos que hemos realizado mensualmente.
Cómo nos beneficiaría esto, sencillo, en primer lugar tendríamos disponibles 200.000 dólares con los que podríamos pagar la mano de obra de nuestro proyecto y tal vez hasta destinarlos a una inversión alternativa que nos produzca un rendimiento atractivo.
Y en segundo lugar, el arrendamiento financiero no requiere que entreguemos a la institución financiera ninguna garantía, ya que esta conserva la titularidad del bien hasta finalizado el contrato. Este elemento es muy importante para empresas pequeñas o medianas, que por lo general no tienen activos lo suficientemente valiosos para servir como garantía de un crédito convencional.
El arrendamiento financiero nos permite entonces contar con las maquinarias que necesitamos para la producción, sin invertir todos nuestros recursos, garantizándonos el capital de trabajo necesario para arrancar con la operación.
Por supuesto, debemos recordar que a la hora de elegir un instrumento de crédito para financiar nuestro plan de inversión o proyecto, es necesario que incluyamos los costos financieros (intereses y amortización del capital) en nuestro estudio económico – financiero, para garantizar que a pesar de esas cargas, nuestro proyecto continua siendo rentable.
Hay una modalidad del arrendamiento financiero que también puede sernos muy útil a la hora en que necesitemos capital de trabajo para la operación de nuestro negocio, la venta y retro – arriendo (sale and lease back). Esta consiste en “vender” a la institución financiera alguno de nuestros activos (muebles o inmuebles), con la condición de que esta no los arriende por un período de tiempo determinado y al final del contrato nos devuelva la titularidad del bien.
Sigamos con nuestro ejemplo de producción agrícola, supongamos que a los 5 años de operación necesitamos unos 50.000 dólares para comprar una extensión de terreno que nos permita aumentar nuestra producción, pero, no contamos con esa cantidad de dinero. Qué podemos hacer, acudimos a la arrendadora financiera y le ofrecemos establecer un contrato de venta y retro - arriendo de uno de nuestros tractores, cuyo valor en ese momento es de unos 60.000 dólares, luego de haberse depreciado con los años.
La institución financiera compra el tractor y nos entrega los 50.000 dólares que solicitamos, pero, en vez de quedarse con la maquinaria nos la arrienda de manera tal que podamos seguir utilizándola. De esta manera, obtenemos dinero fresco y seguimos contando con un activo necesario para nuestra actividad productiva y que gracias a este instrumento financiero se ha transformado en efectivo.
Existen en el mercado una gran cantidad de alternativas para financiar nuestros proyectos,sólo es cuestión de que investiguemos bien y elijamos aquella que nos sea mucho más conveniente y nos permita desarrollar nuestras ideas de negocio de una manera efectiva y con un manejo eficiente de nuestros recursos.
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