En artículos anteriores hemos
comentado sobre los diferentes roles que pueden jugar los actores del proyecto
de acuerdo a cómo sus intereses, individuales o de grupo, se vean afectados por
el desarrollo de la acción. Como seguramente recordaremos, los actores pueden
ser aliados, oponentes o indiferentes de acuerdo a si son beneficiados,
perjudicados o no reciben ningún beneficio o perjuicio por el desarrollo de la
intervención.
Leyendo el libro Participación yEvaluación Social, Herramientas y Técnicas compilado por Jennifer Rietbergen –
McCracken y Deepa Narayan me conseguí con otros dos elementos que debemos tomar
en cuenta a la hora de estructurar la estrategia de participación de nuestro proyecto,
aquella que utilizaremos para involucrar a los aliados, tratar de ganar la
voluntad de los indiferentes y contrarrestar las posibles acciones de los
perjudicados u oponentes.
Estos elementos son la influencia
y la importancia, fundamentales para determinar el poder real de cada uno de
los agentes para capturar los beneficios que generará el proyecto, promover el
logro de los resultados en el momento planificado u obstaculizar el desarrollo
de la acción.
La influencia hace referencia a
la capacidad que tienen los actores para hacer que el proceso de toma de
decisiones atienda a sus intereses particulares, con la finalidad de facilitar
u obstaculizar el logro de los objetivos del proyecto. En pocas palabras los actores más influyentes
estarán en la capacidad de permear el proceso de toma de decisiones,
controlándolo y capturándolo en función de sus beneficios.
Para este fin los actores harán
uso del poder que puedan ejercer sobre los encargados de tomar las decisiones o
de sus conexiones informales con estos o con otros agentes que puedan
persuadirlos.
Por otra parte, la importancia
tiene que ver con el grado en el que la participación de cada uno de los
actores es necesaria para que el proyecto pueda lograr los objetivos que se
plantea. A medida que la participación de determinado actor sea más
determinante para el desarrollo del proyecto, mayor será su importancia.
En el libro antes mencionado, los
autores proponen 6 características de los actores que nos permiten evaluar su
nivel de influencia e importancia, estas son:
-
El poder y estatus (político, económico y
social)
-
Grado de organización
-
Control de recursos estratégicos
-
Influencia informal
-
Relaciones de poder con otros actores
-
Importancia para el éxito del proyecto
Conociendo estos elementos podemos
plantear una estrategia de participación para cada uno de los actores, según
como los hayamos caracterizado. Para este fin podemos utilizar una matriz de
doble entrada como la que proponemos a continuación:
Como hemos mencionado cada vez que tocamos el
tema de proyectos para el desarrollo en este blog, la idea es que a través de
nuestra estrategia de participación podamos atraer para su desarrollo la mayor
cantidad de voluntades posibles, tomando en cuenta que este tipo de iniciativas
van en función del bienestar general. Sin embargo y dado que los proyectos son
mecanismos que permiten la distribución de recursos, los cuales son escasos, no
estamos exentos de enfrentar intereses particulares que busquen apoderarse de
los beneficios en detrimento del resto de los participantes.
Esta es una de las razones por las cuales este tipo de herramientas son muy útiles a la hora de considerar riesgos y planificar una manera para hacerles frente. Por otra parte, también nos permiten estructurar mecanismos que incentiven la participación y faciliten el empoderamiento de aquellos agentes que pueden ayudarnos a cumplir cabalmente con los objetivos del proyecto.
Fuente consultada:
Narayan, D y Rietbergen-McCracken, J. (1998), Paticipation and Social
Assessment, Tools and Techniques. The World Bank. Washington, D.C, EE.UU.
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