Para que podamos considerar que un proyecto es exitoso no basta con que este haya entregado, dentro de
lo planificado, determinado bien o servicio. Además, deber ser fuente de un cambio en la vida de los
beneficiarios o clientes.
Como gerentes de proyectos, debemos tener en cuenta al menos 3 razones por las cuales es necesario
contemplar dentro del plan la medición
del impacto, lo que se hace tiempo después de haber culminado con el
proyecto:
La razón número 1 es constatar que efectivamente el
proyecto ha cumplido con su finalidad
transformadora y a través de su desarrollo hemos logrado transitar de la
situación inicial, donde existía un problema o necesidad, a una deseada donde
este se ha resuelto o satisfecho.
Que un proyecto logre su fin implica que sus productos son necesitados, queridos, están disponibles y
al alcance del bolsillo de los beneficiarios o clientes. Solo de esta
manera se puede garantizar que los bienes y/o servicios desarrollados serán adquiridos y utilizados, agregando valor a la vida de las personas.
La razón número 2 es conocer en qué medida el proyecto aporta a la estrategia de la organización que lo desarrolla. Cada una de las
iniciativas que llevamos adelante debe estar alineada y contribuir al fin organizacional.
Constatando que el proyecto logró el impacto esperado, sabremos que efectivamente este sumó a
la causa y que hemos asignado nuestros recursos escasos de una manera
eficiente, generando beneficios para la
sociedad y organización.
La razón número 3 es que en la medida en que
conozcamos el impacto que logran nuestros proyectos, podremos utilizar esta
información como elemento de mercadeo para
la organización.
Estar en la capacidad de mostrar
los resultados que obtenemos con cada una de nuestras iniciativas, es un
elemento fundamental para la “venta”
de nuevos proyectos, tanto internos como externos a la organización, no basta
solo con decir que los culminamos dentro del
tiempo, con los costos y la calidad planificada. Para ampliar nuestra base
de clientes, es necesario que mostremos que efectivamente generamos satisfacción con cada uno de los proyectos que
emprendemos.
¿Alguna otra razón por
la que crean que es necesario medir el impacto del proyecto?
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