El flujo de caja es un estado financiero que nos permite conocer cuales serán las entradas y salidas estimadas de efectivo de una empresa o sus niveles de liquidez en cada uno de los períodos de operación. Para la evaluación de proyectos utilizamos el flujo de caja financiero o libre que se diferencia de este estado al ser un instrumento calculado a partir de la información financiera proyectada de la iniciativa, es este último el que utilizamos a la hora de evaluar el proyecto a través del valor presente neto y la tasa interna de retorno.
Durante el proceso de evaluación financiera de un proyecto debemos obtener la estimación, proyectada para cada uno de los períodos de la vida útil de la iniciativa, de los tres estados financieros principales, el balance general, el estado de resultados y el flujo de efectivo o caja. Para quienes no están familiarizados con estos estados, el balance general nos presenta el valor de los activos, pasivos y capital del proyecto o empresa en un momento determinado, como dirían algunos profesores de finanzas y contabilidad el balance general es una especie de “fotografía” de la situación financiera de la empresa, en una fecha determinada digamos el 31 de diciembre de 2012 o un stock.
Por su parte el estado de resultados o de ganancias y pérdidas nos presenta el desempeño del proyecto o empresa en un período determinado, generalmente un año. Los componentes principales de este estado financiero son los ingresos, egresos y la utilidad que es el resultado de la resta entre los dos componentes antes mencionados. El estado de resultados es entonces un flujo ya que toma en cuenta las variaciones de sus componentes desde digamos el primero de enero de 2012 hasta el 31 de diciembre del mismo año.
La construcción o cálculo del flujo de caja libre comprende el uso de elementos extraídos de los otros dos estados financieros, para explicarnos mejor utilicemos un ejemplo, supongamos que tenemos un proyecto entre manos el cual tendrá una vida útil de tres año y que hemos estimado el balance general y el estado de resultados para cada uno de estos períodos obteniendo lo siguiente:
Como puede observarse hemos extraído del estado de resultados la utilidad neta, la depreciación y los intereses, mientras que del balance general tomamos la variación del capital de trabajo (activo circulante - pasivo circulante) y las inversiones realizadas en cada período. La variación del capital de trabajo la calculamos restando el capital de trabajo del período n menos el del período n-1.
Supongamos que la inversión en el proyecto es de -1.000, podríamos construir entonces una línea de tiempo como la siguiente y proceder a evaluarlo:
Existe otra manera de calcular el flujo de caja financiero o libre, sumando el flujo de caja de los accionistas y el de la deuda. El flujo de caja de los accionistas vendría dado por los dividendos que reciben, mientras que el de la deuda estaría conformado por los intereses y la nueva deuda emitida.
Fuente consultada: Fundamentos de Finanzas de Urby Garay y Maximiliano González, Ediciones IESA 2.005. Caracas, Venezuela.
La estimación de los flujos de caja del proyecto es clave para su evaluación financiera, ya que nos permite proyectar ingresos y egresos en cada periodo de su vida útil. Para hacerlo, es necesario construir el flujo de caja libre, que se deriva del estado de resultados y del balance general. Del estado de resultados tomamos la utilidad neta, depreciación e intereses, y del balance general calculamos la variación del capital de trabajo y las inversiones. Esto permite generar una línea de tiempo del flujo de caja, que puede evaluarse mediante indicadores como el Valor Presente Neto (VPN) y la Tasa Interna de Retorno (TIR), cruciales para determinar la viabilidad del proyecto.
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