Convencer a quienes dirigen una pyme de la necesidad de
aplicar metodologías profesionales para gestionar sus proyectos, en mi
experiencia es un asunto complejo. En el camino me he encontrado con
varios tipos de empresarios:
Aquellos que no están satisfechos con sus resultados,
entienden la necesidad de un cambio en la manera de hacer las cosas dentro de
la organización, expresan querer instrumentarlo, pero, dejan todo en las manos
del gerente o consultor de proyecto y no se involucran realmente.
Aquellos que de plano rechazan el cambio, expresando el tan
conocido “siempre hemos hecho las cosas de esta manera y nos han resultado”.
Los que a pesar de estar de acuerdo con la aplicación de un
enfoque profesional para la gestión de proyectos, lo ven como una camisa de
fuerza, que les resta flexibilidad.
Los que piensan que la relación costo beneficio no les es
favorable.
Y finalmente, y por fortuna, aquellos que se involucran
directamente con la implementación de metodologías para hacer mejor las cosas y
lograr los resultados esperados.
El desarrollo e implementación de metodologías profesionales
para la gestión de proyectos en pymes es un proceso paulatino y que solo tendrá
éxito si es apoyado por la directiva o gerencia de la organización. Por esta
razón cuando nos enfrentamos como líderes o consultores de proyectos ante un
reto como este, debemos concentrarnos, sin olvidar al resto de quienes
conforman la organización, en ganarnos la buena voluntad de estos stakeholders.
¿Cómo convencer a una
pyme para que gestione profesionalmente sus proyectos?
En mi experiencia la implementación de este tipo de proyectos
que conducen a la transformación organizacional, pasan por tres puntos
fundamentales:
Entender: Como gerentes o consultores en la
implementación de metodologías profesionales para la gestión de proyectos en
pymes, lo primero que debemos hacer es conocer a la organización y a sus
miembros, para poder entender la problemática y ofrecer soluciones adecuadas.
Como en todo proyecto debemos entonces sentarnos a conversar con los stakeholders, directores y demás miembros de la pyme, para conocer
cuáles son sus necesidades y expectativas sobre la organización y la gestión de
proyectos. De esta manera podríamos hacernos una idea de las percepciones y creencias
existentes sobre este tema, la manera en que se han venido haciendo las cosas y
la conformidad que existe con esta.
Convencer: Como comentaba al principio del
artículo y como seguramente todos ustedes saben, es bastante complejo convencer
a las personas para que hagan las cosas de manera diferente, por lo que a la
hora de tratar de implantar metodologías para la gestión de proyectos en una
pyme lo más seguro es que nos enfrentemos a la resistencia al cambio.
Para poder sortear con éxito este obstáculo, debemos estar en
la capacidad de mostrar a cada uno de los stakeholders los beneficios que obtendrá al asumir este enfoque. Una estrategia podría ser poner en evidencia,
en base al análisis de algún proyecto ejecutado por la organización, las diferencias
entre los resultados obtenidos y los que se esperaban.
¿Hubo o no retraso en el cronograma, sobre costo, se mantuvo
la calidad y se generó la rentabilidad esperada para la pyme?, son algunos de
los puntos que podríamos utilizar en nuestra comparación.
Otra estrategia podría estar orientada a mostrar las ventajas
de tener un marco de trabajo a la hora de gestionar proyectos, que le permita a
los miembros de la pyme evidenciar los resultados que van obteniendo, organizar
sus asignaciones y escapar de las dinámicas de “apaga fuegos”, que terminan
desincentivando y creando frustración en el personal.
Involucrar: Como gerentes o consultores en la
implantación de metodología en la gestión de proyectos en una pyme debemos
jugar un papel integrador, estableciendo mecanismos para involucrar a los
miembros de la organización en las actividades y para que vayan poniendo en
práctica en su trabajo diario las nuevas maneras de hacer las cosas.
Esto nos lleva en muchos casos a asumir el rol de mentores o
facilitadores en un proceso en el que aprendemos acerca de cómo se hacen las
cosas dentro de la pyme y aportamos herramientas para ir mejorando estos cursos
de acción.
Involucrar a los miembros de la organización nos da además la
oportunidad de entusiasmarlos a aprender más sobre gestión de proyectos,
cumpliendo, como les comenté en un artículo pasado, nuestro rol de activista.
La actitud para promover
el cambio
Un punto importantísimo para poder ser exitosos cuando
lideramos la implementación de la gestión profesional de proyectos en una pyme, es
la actitud con la que asumimos realizar esta labor. Mis consejos en este sentido
son:
Reconocer y valorar lo
que hasta ahora se ha hecho bien, de nada nos sirve criticar y menospreciar la manera en que
se han venido manejando los proyectos simplemente porque no atiende a ninguna
metodología, debemos asumir que las personas hacen siempre su mejor esfuerzo y
con la mejor de las intenciones.
Ser humildes, el que seamos consultores o líderes
de proyectos, con estudios y experiencia profesional, no implica que nos las
sepamos todas. Al entrar a colaborar con determinada organización nos
enfrentamos algo totalmente novedoso para nosotros y de lo que seguramente
aprenderemos más de lo que seremos capaces de aportar.
Ser flexibles, no toda pyme u organización
necesita aplicar todos los procesos de por ejemplo el PMBOK, por lo que debemos
diseñar un plan para que la gestión de proyectos sea aplicada en su justa
medida. Siendo creativos y escapando a los fundamentalismos metodológicos que en muchos casos
pueden afectar nuestro desempeño.
Si creen que se me escapó algún punto importante o quieren
compartir sus experiencias trabajando en la gestión de proyectos para pymes, no
dejen de comentar.
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