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No le tengas miedo a la creatividad



La creatividad no es exactamente una característica con la que se describa a un gerente de proyectos, calificativos como organizados, buenos comunicadores, orientados a resultados, entre otros, son mucho más comunes para describir a quienes trabajamos en el área. Con esta idea comienza el artículo “Don´t be afraid to get creative” escrito por Christian Bisson y que es una invitación a abandonar estos prejuicios y estereotipos, que en muchos casos nos limitan.

A pesar de que quienes gestionamos proyectos en muchas oportunidades, y en un contexto donde la improvisación parece ser la regla, somos percibidos como profesionales estrictamente apegados al plan (hace poco en una reunión me dijeron que la palabra favorita de un gerente de proyectos y además economista, como en mi caso era NO), la existencia de un marco de trabajo no implica que no haya espacio para la creatividad, por el contrario y en mi opinión la potencia.
 
Bisson nos comenta que un buen gerente de proyectos es aquel que es creativo y aprovecha las grandes oportunidades que se le presentan:
 
“Un buen gerente de proyectos necesita ser creativo con el alcance y el presupuesto a medida que la iniciativa avanza”
 
La clave para dar lugar a la creatividad según el autor es precisamente evitar responder automáticamente “no podemos, está fuera del alcance o del presupuesto” ante planteamientos de algún stakeholder y más bien preguntarnos ¿cómo podemos hacer que esto funcione? Aquí entra en juego, como lo conversamos anteriormente, la disposición que tenga el gerente de proyectos para escuchar ideas de su equipo que le permitan solucionar este dilema, recordemos que esta es una de las características de aquellos líderes que fomentan la creatividad y el aprendizaje dentro de sus equipos.
 
Ante una nueva idea, Bisson nos presenta tres soluciones posibles, que podemos utilizar luego de evaluar y constatar su factibilidad, para no cometer el error de descartarla a priori:
 
1.- Solicitar más fondos, que seguramente será lo primero que se nos viene a la mente, recordemos aquello del pensamiento rápido, pero que no necesariamente implica que la organización esté dispuesta a incrementar el presupuesto para la ejecución del proyecto.
 
2.- Reducir alguna parte del alcance inicial o tal vez removerla para dar lugar a la nueva idea. Para poder lograr esto debemos estar seguros de que la nueva idea es mucho más eficiente que lo que pretendemos descartar y que aportará beneficios al proyecto.
 
3.- Reducir algunos costos, tal vez tercerizando algunas actividades no muy importantes, para liberar recursos que permitan la implementación de la nueva idea.
 
En definitiva y como finaliza Bisson, se trata de no decir NO de entrada y dejar esta respuesta como el último recurso ante el planteamiento de una nueva manera de hacer las cosas o un cambio en el alcance del proyecto.
 
¿Se les ocurre alguna otra alternativa?

¿Tienes la certeza de que tu proyecto será un éxito? versión sketchnote


Los sketchnotes son ejercicios que nos permiten comunicar nuestras ideas de manera creativa, fueron ideados para tomar notas en clases, charlas y conferencias, pero, los podemos utilizar para otras cosas como dinámicas en reuniones de trabajo y como herramientas en la gestión de proyectos.

En lo particular desde niño me ha gustado dibujar por lo que los sketchnotes me parecen geniales. Los invito entonces a que tomen una hoja de papel, creyones y se atrevan a innovar, conectándose con el niño interno que todos tenemos, les aseguro que se sorprenderán de los resultados, propios y los del equipo de trabajo/proyecto

Pueden leer el artículo en su versión escrita, aquí 
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Más de sketchnotes en la gestión de proyectos


En el artículo anterior comenté sobre cómo vender un proyecto de manera creativa, utilizando los Sketchnotes, una experiencia que forma parte del proceso que he emprendido para implementar herramientas creativas en mis labores como consultor en la gestión de proyectos.

Aunque para esta nueva edición del blog tenía programado escribir sobre otro tema, tome el testigo que me ofreció mi amiga Ana Aranda, con su artículo Sketchnotes como “entregable” de un proyecto, para contarles mi última experiencia con esta técnica.

Todo comenzó hace un par de semanas cuando leí un artículo escrito por Carlos J. Pampliega y compartido por Alejandro J. Román, miembros junto con Ana de esta comunidad de conocimiento y aprendizaje colectivo que hemos tejido a través de las redes sociales, titulado Sketchnoting para comunicar proyectos.

Luego de esa lectura se me ocurrió utilizar esta técnica para guiar una sesión de trabajo en la cual, junto con el equipo, revisaríamos y redefiniríamos la jerarquía de objetivos de un programa social que implementaremos dentro de poco.

El desarrollo de la jornada fue sencillo, luego de explicar su objetivo, el plan de trabajo y el resultado esperado, invité a los miembros del equipo, incluyéndome, a que en una hoja de papel respondiésemos, utilizando dibujos, las siguientes preguntas:

1.- ¿Cómo imaginamos la vida de los  beneficiarios directos del programa antes de participar en él?

2.- ¿Cómo imaginamos la vida de los beneficiarios directos del programa justo al finalizarlo?

3.- ¿Cómo imaginamos la vida de los beneficiarios directos del programa tiempo después de haberlo finalizado?

Las respuestas se las muestro a continuación.



Una vez hechos los sketchnotes, cada participante realizó un elevator pitch, contando con un minuto para explicar su dibujo. En esta actividad fuimos extrayendo las ideas con las que finalmente reformulamos el fin, el objetivo general y los objetivos específicos del programa, definiendo también los entregables esperados, los indicadores de desempeño y los medios a través de los cuales verificaremos su cumplimiento.

Como les comenté en el artículo pasado el uso de este tipo de técnicas no solo hace que las jornadas de trabajo sean más divertidas, sino que además nos permiten utilizar nuestra creatividad, explicando de una manera poco convencional nuestra visión e ideas. En el caso particular de esta experiencia me pareció muy poderosa la dinámica de imaginar y dibujar el proceso de transformación que esperamos sea transitado por los participantes en el programa, ya que para esto tuvimos que intentar colocarnos en su lugar.

Por otra parte, esta actividad nos permitió la construcción colectiva, con la inclusión de las ideas y opiniones de todos los miembros del equipo de trabajo, lo que en cierta manera garantiza nuestro compromiso con hacer la mejor labor posible para el logro de los objetivos.

En la próxima sesión con este equipo, seguiremos con nuestra cruzada creativa, utilizando una técnica sobre la que leí hace poco en un artículo compartido por Akira Bloise, titulado ¿Cómo innovar en el proceso de definición del alcance del proyecto?, luego les cuento qué tal me fue.

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Cómo vender un proyecto de manera creativa

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Nos invitan a presentar una oferta para gestionar un proyecto, y apuesto que en lo primero en que pensamos es en un documento escrito donde se especifique el alcance y los detalles del trabajo que ofrecemos realizar y las láminas, seguramente de power point, que presentaremos ante el posible cliente. Por otro lado, me atrevo a asegurar que este último no está esperando nada más.

Los seres humanos, por lo general, somos adversos al riesgo y nos encanta estar dentro de nuestra zona de confort. ¿Por qué elegiríamos entonces un camino diferente al que ha demostrado ser efectivo?

Esta situación se nos presentó a mi asociado y a mí, hace un par de semanas. Una gran empresa nos invitó a presentarles una propuesta para diseñar y ejecutar un proyecto, dentro de un programa que están realizando. En la primera reunión el cliente nos dijo algo que nos llamó la atención: “no queremos que nos presenten una cajita feliz”, utilizando el famoso menú infantil de una cadena de comida rápida como analogía para identificar ofertas de servicio estandarizadas e inflexibles. Este hecho nos llevó a pensar que con este cliente en particular era posible arriesgar y presentar nuestro trabajo de una manera diferente.

Luego de haber leído unos cuantos artículos sobre maneras creativas de tomar notas en reuniones, charlas y/o conferencias, escritos y/o compartidos, entre otros, por mis amigos @anuskiaranda@CJPampliega, @MartinezBuenoJA y @ceolevel, se nos ocurrió la idea de presentar la oferta de servicio utilizando Sketch Notes y a través de una secuencia de dibujos explicarle al posible cliente el trabajo que realizaríamos, su alcance, los resultados que obtendría, el tiempo de ejecución y el costo, entre otros detalles importantes.

Por supuesto el cliente quedó sorprendido y su respuesta fue: “no esperaba que presentaran una oferta de esta manera, queda en evidencia no solo la creatividad del equipo, sino, además la seguridad que tienen en la calidad de su trabajo, lo que los lleva a asumir riesgos como el de hacer este tipo de presentaciones” fuera del estándar. En conclusión, obtuvimos el contrato y ya estamos preparándonos para comenzar a trabajar.

Más allá del resultado de la venta, esta experiencia me llevó a reflexionar sobre:

1.- La importancia de pensar fuera de la caja (feliz): los profesionales en la gestión de proyectos estamos constantemente tomando decisiones y solucionando problemas a lo largo de nuestras carreras profesionales.

El innovar e incentivar nuestra creatividad nos ayuda a identificar y transitar caminos inexplorados, que nos pueden llevar a mejores resultados de los que estamos acostumbrados a alcanzar.

2.- La importancia de salir de la zona de confort: explotar nuestro potencial al máximo requiere que estemos en la capacidad de asumir riesgos constantemente, de esta manera no solo podemos sorprender a los demás, como en el caso que les comenté, sino que nos redescubrimos a nosotros mismo, identificando potencialidades que seguramente no sabíamos que estaban allí.

3.- Los profesionales de proyectos somos vendedores: en realidad todos los seres humanos lo somos y en el caso de nuestra profesión no solo debemos tomar en cuenta la calidad de nuestro trabajo, sino además idear las maneras más atractivas, para "venderlo". 

Lo mejor de las técnicas creativas tanto para vender proyectos, tomar notas, hacer informes, llevar reuniones, tomar decisiones,etc., además de que nos ayudan a hacer nuestro trabajo de una manera diferente y divertida, es que son sencillas y logran los resultados esperados.

En el caso del sketch notes, no hace falta ser un gran dibujante para utilizarlos, solo un poco de imaginación, una buena caja de lápices de colores y las ganas de "jugar" y arriesgarse a hacer algo diferente!

P.D: me encantaría compartir con ustedes el sketch notes que presentamos hace unos días, pero, por razones de confidencialidad se me hace imposible. Por ahora les dejo este video ;)

¿Cómo conformar equipos de proyecto creativos?




La creatividad y la improvisación, entendidas como la capacidad de explorar caminos alternativos para la resolución de problemas inesperados, son dos atributos muy apreciados en los equipos de proyectos. Como conversamos hace poco en un post, la planificación no está reñida con la improvisación, por el contrario nos provee de un marco de trabajo que podemos considerar flexible, abierto a la innovación y a la búsqueda de cursos de acción más efectivos y eficientes para el logro de los objetivos del proyecto.

Toda organización debe procurar que la creatividad se convierta en un valor empresarial, incentivándola y cultivándola entre sus miembros, ya que las nuevas ideas son el motor que les permite, en un mundo tan cambiante, mantenerse dentro de la competencia. Esta es una de las afirmaciones que comparte TeresaAmabile en su artículo How to Kill Creativity publicado originalmente por Harvard Business Review en septiembre de 1998.

Como gerentes de proyectos debemos preguntarnos ¿cómo ensamblar equipos creativos?, la autora del artículo nos da algunas luces al respecto. En primer lugar debemos prestar especial atención en incorporar profesionales con diferentes visiones, disciplinas y que sean capaces de apoyarse los unos a los otros, sin perder de vista el objetivo común de lograr los resultados planificados.

La diversidad de los miembros del equipo del proyecto nos permite contar con una variedad de puntos de vista a la hora de enfrentar un problema. Aunque las diferentes ideas pueden desencadenar en un conflicto, también es cierto que si este es funcional y el gerente tiene las capacidades para manejarlo, de la discusión y el acuerdo emergerá la mejor solución posible.

De esta manera, el proceso de toma de decisiones se hace más efectivo y eficiente, incorporando la mayor cantidad de información posible, tomando en cuenta la diversidad de opiniones de los miembros del equipo de trabajo, fomentando el pensamiento crítico y creativo y creando un ambiente de compromiso con el curso de acción decidido con la participación de todos. Además evitamos caer en la trampa del pensamiento grupal "group thinking" y del “advocacy” a la hora de tomar decisiones.
 
Otro elemento fundamental para la conformación de equipos de proyecto creativos es asegurarnos de que cada uno de los participantes comparta la emoción y las ganas de trabajar en post de alcanzar las metas propuestas. En otras palabras, los miembros del equipo deben mostrar un verdadero compromiso con el rol que les toca desempeñar, como en un equipo de fútbol, tanto el medio campo, como el delantero y hasta quienes están en la banca, no solo deben entender que son importantes para ganar el partido y estar motivados, sino, que además deben hacer su mejor esfuerzo para lograrlo.

El gerente de proyecto también debe tener en cuenta la disposición de cada uno de los posibles integrantes de su equipo para ayudar y motivar a sus compañeros en los momentos difíciles, así como la capacidad para reconocer el valor del conocimiento y la experiencia que cada uno de ellos agrega al equipo.

Adicionalmente a la conformación de un equipo heterogéneo, capacitado, motivado y colaborativo, el gerente de proyecto debe dar a los miembros la libertad para que exploren sobre diferentes cursos de acción en la resolución de problemas. Esta autonomía, relacionada con los procesos y no con los objetivos los cuales deben estar bien definidos, permite la aparición del pensamiento creativo y la innovación.

Es importante también que a cada uno de los miembros del equipo se le asignen tareas que calcen con su conocimiento y capacidades y además se les dote con los recursos necesarios para poder desempeñarlas con éxito. Aunque el retar a los miembros del equipo a superar sus límites es una buena política, es contraproducente asignarles tareas imposibles o que escapen a sus capacidades, ya que esto solo traerá frustración y un bajo desempeño.

Por esta razón el gap entre las capacidades y las tareas asignadas debe ser manejable, si esperamos retar a los miembros del equipo a que den más de cada uno de ellos, que sea un 115% y no un 300%.

Finalmente, para que la creatividad florezca en el equipo de proyecto, esta debe ser apreciada tanto por el gerente como por la organización en general, quienes deben estar dispuestos a no castigarla, entendiendo que los procesos creativos están signados por la experimentación y muchas veces por el error, antes de alcanzar una solución, proceso o producto innovador.

Como comenta la autora de How To Kill Creativity, la gestión de la creatividad tiende a ser sub estimada o considerada un imposible, dada su intangibilidad. Sin embargo, siguiendo los tips ya comentados, es posible que podamos incentivarla y manejarla en post de la mejora en la gerencia del proyecto y la organización.

¿Se convertirá la gestión de la creatividad en una nueva área de conocimiento en la gestión de proyectos? es una pregunta que podríamos hacer dada la importancia que parece tener esta variable. 

Lecturas y recursos relacionados 

Amabile, T. (1998). How to Kill Creativity. Harvard Business Review on Managing Projects.